03 de Mayo, día del Acompañante Terapéutico

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En conmemoración de este día, que se conmemora desde el 2003, ‘La Mañana en Patagonia’ habló con Claudia Barrionuevo, docente de la ‘Escuela Especial N°2 Cecilia Grierso’ que también lleva a cabo la tarea de Acompañante Terapéutico y cuenta para este trabajo con el espacio ABC de los sueños para la atención de chicos con y sin discapacidad.

«Un acompañante terapéutico es un profesional que actúa como auxiliar de la salud», cuenta Claudia, «trabaja con pacientes con enfermedades terminales, con pacientes que tienen discapacidad, y actualmente es una figura muy importante para aquellos niños, jóvenes o adolescentes que tienen una discapacidad como el autismo, entonces el trabajo con niños, que es el círculo en el que más me manejo, el trabajo con los niños TEA (Trastorno del espectro Autista) es súper importante la figura del acompañante terapéutico, ellos ofrecen una intervención que llega al medio familiar, social y al educativo y es un trabajo interdisciplinario, tanto con pacientes con discapacidad como pacientes que tienen alguna otra enfermedad que puede ser psicológica, que puede faltar movilidad en su cuerpo, la figura es amplia dentro de lo que es la salud. Y es un trabajo donde se elabora un plan, intervienen diferentes profesionales de la salud y también el docente de educación especial interviene en la elaboración de ese plan que es indispensable a la hora de establecer objetivos a corto y largo plazo».

Además, la docente comentó que «actualmente la carrera está reconocida por salud, por obras sociales y en Caleta existen muchos acompañantes terapéuticos que trabajan conjuntamente con el hospital, que es una de las instituciones que más acompañantes tiene, porque llega a varios ámbitos, escuelas, cárceles, porque la figura del acompañante que se basa en poder establecer este vínculo y confianza mutua para poder desenvolver y desarrollar su tarea tiene que ver mucho con la contención. Si bien hay pacientes que están dentro del vínculo familiar no tienen la confianza como para poder abrirse libremente y manifestarse de otra manera, entonces el acompañante viene a ser como sostén».

En cuanto al tiempo que el acompañante pasa con los pacientes, Claudia cuenta que «las horas dependen del tratamiento que soliciten los profesionales que trabajan con ese paciente. Por ejemplo un paciente con enfermedad mental puede tener acompañante las 24 horas del día, depende también del contexto familiar, incluso cada paciente puede tener dos acompañantes por turno, que generalmente son de cuatro horas. Y el niño con discapacidad se busca acompañantes de cuatro a seis horas diarias, la solución ahí es también poder llevarlos a terapias particulares, psicología, psicopedagogía, llevarlo a la escuela, actividades extra escolares y recreativas para poder acompañarlos. También se desarrolla en sus trabajos en casa, todo lo que tienen que ver con las habilidades dentro del hogar, que aprenda lo que es bañarse, vestirse, aquel que es joven que aprenda a hacer actividades del hogar, hacer una tasa de te, usar el lavaropas, tender su cama, es bien amplia la tarea del acompañante terapéutico».

«Lo primero es establecer el vínculo y crear esta confianza mutua entre paciente y acompañante para poder desarrollar el plan de trabajo y alcanzar los objetivos», comenta y asegura que «también es importante la figura de la familia, porque uno va a trabajar en función de las necesidades que plantea la familia. Pero es una figura importante, es lindo porque siempre trabajar con el otro, ayudarlo a mejorar su calidad de vida es lindo y lo importante es que tu trabajo no está solo tampoco porque está acompañado por un montón de personas que intervienen en la vida de ese sujeto».

¿Cómo llega el acompañante terapéutico a los pacientes? «Siempre al acompañante la familia se lo puede solicitar al medico de cabecera del paciente y este médico es el que hace el pedido del acompañante, porque aquel que tiene obra social son como los pasos a seguir, para que se autorice esa figura y pueda estar cubierto por la obra social. Hay familias que lo solicitan si tienen algún familiar internado con alguna enfermedad terminal para que lo cuiden de noche. Abarca todo el ámbito de la salud y también ahora con el tema de la discapacidad a veces cumplen su función dentro de la escuela».

Además, para finalizar, Claudia cuenta que «en 2015 o 2016 con mi hermana y una amiga abrimos ABC de los sueños, un espacio para la atención de chicos con y sin discapacidad, es un espacio privado donde trabajamos con jóvenes y adultos también que ya no se encuentran dentro de la educación formal porque egresaron y en nuestra localidad no contamos con un centro de día entonces la idea era poder brindar un espacio donde ellos pudieran asistir a recrearse, a compartir con el otro. Tenemos una alumna que tiene 59 años, ella trabaja con acompañante terapéutico pero en nuestro espacio, en nuestra institución, ahí se trabajan todas estas habilidades que te fui mencionando, que ella al estar tanto tiempo sin estar escolarizada y sin tener contacto con otros chicos, otras personas, ha perdido muchas de estás funciones que ya había adquirido».

 

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