Fue una jornada cargada de emoción: recordar el 24 de Marzo en una comunidad pequeña de Santa Cruz tiene sus características particulares: un paisaje increíblemente bello es el marco para un acto institucional en el que autoridades locales, provinciales y vecinos participaron de la inauguración de un paseo de la Memoria.
En el mismo, pudo visibilizarse también el trabajo que realizan a diario las comunidades educativas que se desarrollan en la localidad de Lago Posadas. Un jardín de infantes, una escuela primaria y un colegio secundario constituyen la oferta educativa que marca la presencia del estado provincial en estos alejados lugares.
La Prof. Daniela Quinteros es la actual directora del Jardín de Infantes N° 40 “Valle de Amancay” que reúne a niños de 4 y 5 años que viven en esta comunidad y llegó al acto acompañada por el personal docente y algunos de esos niños que portaban fotos, reproducciones correspondientes a la obra del pintor Carlos Alonso, parte de la muestra denominada “Manos anónimas”. Consultada la directora comentó a los medios de prensa que estaban presentes cómo se trabajó con los niños y ellos mismos contaron: “lo que estuvimos haciendo en el Jardín era recordar a la Sra Paloma, era hija de un señor pintor llamado Carlos Alonso… era maestra jardinera… y un día entraron a su casa y se la llevaron a un lugar oscuro … ahí le lastimaron el cuerpo…”.
Paloma Alonso era maestra jardinera, fue secuestrada durante la última dictadura militar el 30 de Julio de 1977, tenía 21 años. Los niños conocieron su historia a través del contacto con la obra del artista plástico Carlos Alonso. En la serie “Manos anónimas” hay 37 dibujos, hechos con lápiz y pastel al óleo; fueron realizados entre los años 1981 y 1991, en esta obra la memoria juega un papel preponderante, reúne los hechos aberrantes de la dictadura, como parte de la memoria colectiva del país, también los exhibe de la manera más descarnada y brutal…muestra la subjetividad herida de quien ha perdido un ser querido como en este caso , su hija Paloma.
Los niños cuentan: «Carlos estuvo muy triste… Su papa pintó muchas partes de la tristeza de Paloma y él dijo que nunca más tenía que suceder esto, una parte triste de la historia argentina”
Finalmente, la Profesora Quinteros agregó: “Compartimos con los chicos esta historia, la de Carlos Alonso que estuvo exiliado y se refugió en Unquillo, provincia de Córdoba, Paloma representa a los ideales cuando habla de ella y cuando pinta las obras dice que pertenecía a lo que era la antigua juventud peronista; donde podían visibilizar todos sus ideales y llevarlos a cabo y es lo que por ahí nos falta hoy a los argentinos, tener esa juventud interesada, que puede considerar que la vida puede llegar a cambiar y que puede modificarse nuestra realidad, comprometiéndose con ella.”
Ecos de una manera de recordar, desde la educación inicial que se le brinda a nuestros niños, para mantener viva la memoria histórica de los argentinos.