El jefe de la Unidad Regional Zona Norte de la Policía Santa Cruz, comisario mayor Omar Segovia, no confirmó pero tampoco desmintió las versiones periodísticas por las cuales se daba cuenta que Carlos Aguirre, el adolescente de Caleta Olivia desaparecido el 23 de febrero, haya sido visto e incluso fotografiado por una persona que dijo haberlo localizado en una localidad del valle inferior del río Chubut.
Al ser consultado ayer, el comisario Mayor Omar Segovia dijo que si bien tenía conocimiento de ese tipo de comentarios, oficialmente esperaba recibir un informe de autoridades de un departamento de la Policía de Chubut que se especializa en la búsqueda de personas.
Vale señalar que las versiones son difusas ya que no precisan una determinada localidad donde se habría visto al chico de 17 años, pero además es oportuno señalar que diferentes personas habría manifestado a través de redes sociales que creyeron haberlo visto en Trelew y también en Madryn en el curso de los últimos días.
Inicialmente se tuvo el testimonio formal de una mujer que aseguró haberlo ubicado tres días después de su desaparición en una zona de playa cercana al paraje conocido como Los Sauces, a unos 25 kilómetros al sur de Caleta Olivia.
Ello motivó que el operativo de búsqueda, con perros adiestrados para tal fin pertenecientes a la Unidad 18 de Bomberos de Cañadón Seco y personal policial del Grupo Especial de Operaciones Rurales, se centrara en esa zona, pero los resultados fueron negativos.
INCOGNITA
Carlos Aguirre, no retornó a su hogar ubicado en el barrio 17 de Octubre luego de haber estado en la casa de su novia, con quien mantuvo una discusión, según el comentario que le hizo la chica a Matilde Roldán, la madre del adolescente.
Sus familiares denunciaron el caso a la policía dos días después y luego participaron de dos marchas por calles céntricas, las que coincidieron con otras por reclamos populares, como la realizada en ocasión de celebrarse el Día Internacional de la Mujer.
En medio este cuadro de angustia y desesperación no hay indicios firmes que orienten la investigación que es coordinada por el Juzgado de Familia y un equipo de oficiales de policía creado por la Unidad Regional Zona Norte.
En tanto se tejen las más variadas conjeturas dado que el chico no dejó mensaje- ni por escrito en papel ni por redes sociales-, teniendo en cuenta además que no poseía teléfono celular ya que en diciembre, según relató su madre, el aparato se le había descompuesto.
Ayer fue imposible comunicarse con sus familiares ya que no respondieron a los insistentes llamados telefónicos que habían dejado de contacto a través de redes sociales y cartelería que se colocaron en sitios públicos y algunos comercios.