El comerciante Miguel Ángel “Bocha” Cortez, de Panaderia Anala estuvo en el ciclo denominado “Pymes, Producción y Servicios” que se emite por Frecuencia Patagonia 99.3 MHZ. los lunes a las 17 horas.
Cortez al inicio de la entrevista relata como fuero sus inicios en la actividad comercial “hace 46 años en Cañadon Seco, a los 14 años, fue una época muy dura, mi padre hacia un esfuerzo muy grande y sentí la obligación de ayudar, allí estuve dos o tres etapas, fue por el año 72, con la estación de servicio hasta el 82, en la primera etapa”.
La llegada de su padre a Caleta de la mano de la actividad comercial fue muy importante “llega en el año 1957 a Caleta, era empleado de Ñaro, pide la autorización de montar una sucursal en Caleta Olivia”
Su padre nacido en Comodoro Rivadavia “yo también nací en Comodoro y vine de 1 año”.Los nombres de los pioneros comerciales también forman parte del recuerdo “con el amigo Roberto Stein fueron cadetes en Ñaro, Chela la esposa de Cifuentes era la cajera, el se viene y desarrolla Ñaro donde esta la librería Cintia”.
Esa etapa comercial duro 15 años “le enseñanza de mi padre, de la practica del comercio, eso valoro mucho, soy un apasionado de la atención al publico, mi viejo fue un gran trabajador”.
“Tenían un empresa de transporte Cortes y Trillo en Caleta, Salta y Mendoza, viajaba todos los meses hasta esos lugares en auto para facturar los servicios, en las condiciones que estaban las rutas”.
En el recuerdo del trabajo con su padre aparece anécdotas “en la Panificadora Oro Negro, con 6 años tuve que salir a hacer el reparto por que mi padre se enfermo, me pusieron un chofer y salimos a Fitz Roy, Jaramillo y Caleta, salíamos con una camioneta térmica y vendíamos todo”.
Cortez nos cuenta que al tiempo de su casamiento, aparecen nuevos desafíos laborales “empiezo a trabajar en Caleta Olivia Automotores, soy el primer empleado”.
Ahí conoce a José Antonio Álvarez quien resulto ser su socio en Anala “yo era gerente der repuestos y accesorios, y la familia de José heredaron de Donato Freile una panadería, él alquila esa panadería, y me dice si lo encaramos? y ahí largamos con poco personal”.
la primera se llamaba La Espiga de Oro en el 87, “los productos que no nos salían venia Titi Mata en persona, es decir la competencia nos venia a ayudar que las cosas salgan mejor, nos llamaba a la planta de Panco para que mejoremos la producción y nos mostraba como se hacia para ser mejores”.
Cortez a la vez que trabajaba en la concesionaria, tenia que trabajar la panadería “mi padre me convoca nuevamente a la estación de servicio de en Cañadon y volví, por la obligación moral que eso significaba”.
En la estación de servicio junto a sus hermanos cumplían la tarea, en el caso de Bocha desde las 05 hasta el mediodía, para así continuar con su otro emprendimiento.
“Nace el proyecto de Anala, la idea era armar otra cosa, un 7 de Noviembre de 1988, abre sus puertas tuvimos 10 años en sociedad y cubríamos el norte santacruceño”.
En el 1997 se disuelve la sociedad, Álvarez se hace cargo de Pico Truncado y Las Heras, y Cortez de Caleta Olivia “eran expectativas diferentes en la sociedad, José estaba mas relajado, con hijos grandes y yo estaba con mis hijos chicos y tenia otra necesidad, de buena forma decidimos esta separación comercial”.
El Súper Anala en la calle Perón con Autoservicio, bombonería, vinotera, fiambrería “tenia un pagina de internet con el ingreso de los pedidos de menús x mail, en ese año Caleta tenía 250 abonados a Internet, sin embargo se utilizo el servicio”.
Un sistema de registro para controlar la calidad del servicio, una atención de retribuirles la confianza a los clientes “de regalar hasta una pizza por el hábito que tenían de comprar según el día y el producto”.
Innovaciones fueron apareciendo en el negocio “presentamos 4 platos diarios diferentes, se elaboraba en el momento, tal vez eso demoraba y atento contra la idea”.
Hasta una vinoteca de vinos franceses tenía el Súper Anala. Los recuerdos de eventos sociales “Año Nuevo y Navidad en el Canal 2, mesas gigantes producidas por Anala, con vinos Anala, era una innovación, como La Noche del Gorosito, evento televisado por el canal local”.
La Noche del Gorosito reconocía a los destacados en diferentes rubros, 17 categorías “lo elegía la gente y había un jurado de 5 personas que evaluaba el merecimiento, se armaba los cómputos con una ecuación ganadora, la idea era que sea un evento de todos los años, pero era un trabajo que demandaba mucho tiempo”.
La empresa fue metiéndose en las actividades deportivas “surgió Anala Deportes, pues mi hijo jugaba en el Mosconi al básquet y me meto a apoyar la Liga Patagónica de Básquet, el gobierno pagaba los traslados, la Muni los alojamientos, y nosotros nos hacíamos cargo de arbitrajes planillajes y la llegada de los planteles”.
Anala fue expendiendo sus productos “fue creciendo en los barrios, en el año 94 instalamos en Quintana, generamos sucursales en el Centro, en Tierra del Fuego, hoy tenemos una casa central y 4 sucursales, no entregamos mas reparto a comercios, desde el 2005, pero el comerciante que es cliente todavía busca nuestros productos”.
Cortes comenta que hoy se elabora desde las 6 a las 14, de lunes a sábados, el personal de venta esta en horario corrido “Mis hijos están al frente del negocio, yo estoy bastante retirado”.
Los motivos son evaluados por el Bocha “por ahí no vemos los cambios, pero los jóvenes si lo hacen, siempre mantenemos una línea, una tradición, somos diferentes, no somos ni mejores ni peores”.
Anala es un sello la atención al cliente “todo progresa y avanza, hay que dejarle espacio a los jóvenes, por eso mis dos hijos están al frente de Anala”.
Sus hijos de 27 y 30 años, y la llegada de un nieto generan una espacio emocionante a la charla “en los próximos días vamos a tener el regalo de ser abuelos por primera vez” Vittorio se llamara su nieto “es una hermosa posibilidad que darles los permitidos que no pudimos darle a nuestros hijos, esa será una etapa maravillosa”.
El Bocha entiende que las decisiones a futuro “ya se los dejo a mis hijos, si creen que hay que mejorar o hacer, tienen mi opinión, si lo necesitan, en la medida que no se cambie el eje y el respeto por el cliente”.
Un reconocimiento a Telma “es nuestra gerente, es el eje para todos los integrantes de la empresa y la familia, una gran persona que ayuda a conducir esto, hace 28 años que esta con nosotros”.
El recurso humano siempre fue creciendo “eran 4 personas en la Espiga de Oro y en Anala 9, hoy son 35 personas, y cuando teníamos comidas eran mas de 40“.
Una etapa de relax después de tanto trabajo para ser los espacios que el Bocha disfruta “viajando, hice construir un motorhome, sigo el Turismo de Carretera, fui a Rafaela y Paraná, ando recorrido provincias argentinas y también en Chile, fui a visitar gente que me invita, que ha vivido en Caleta y nos reencontramos”.
Algunos otros rubros y emprendimientos avanzan “me cuesta estar quieto estoy desarrollando algunas cosas, los centros de lavado automotor, tenemos 4 centros de lavado de automotor, en Caleta, Rada Tilly, Las Heras, fue una idea de Emiliano,mi hijo, todo sirve para crecer, uno de mis hermanos colabora en los lavaderos”.
Para finalizar el Bocha Cortes deja un mensaje a la comunidad de Caleta Olivia “nos falta muchas cosas, vemos el abandono y la indiferencia, el agua, la basura, las cloacas, los piquetes, los cortes de ruta, no voy en contra de nadie, me duela que se impida la circulación de los vecinos, no estoy en contra de protestar pero buscando alternativas”.
El anhelo es “tener una ciudad mas pujante, mas limpia, mas ordenada, tenemos que sentarnos de alguna manera que nos importe Caleta y poder mejorar la situación, me siento comprometido por mis hijos y mi nietos, no quiero escapar y huir, mi mensaje es que de alguna vez por todas los habitantes podemos vivir mejor, nos merecemos vivir bien y mejor hay que agudizar la situación para resolverla”.