“San Antonio Internacional estaría quebrada”, se escucho decir de parte de uno de los integrantes de las mesas de negociación que se desarrollan en Buenos Aires ante la crisis que atraviesa el sector petrolero.
La frase que resonó como una sirena de alarmas, se multiplico por los dirigentes de la industria, pues a nadie escapa los efectos que representa.
Los motivos son la baja de equipos que la empresa ha sufrido por parte de las operadoras en todo el país, especialmente en Neuquén.
Son miles de trabajadores que la empresa tiene en sus equipos de torres y operaciones especiales, que residen en varias localidades de la Cuenca del Golfo San Jorge.
El impacto socio-económico de una posible cesación de las fuentes laborales, sería devastador para la región, pero especialmente para las localidades de Santa Cruz, que arrastran ya inconvenientes con sus trabajadores estatales provinciales y sobre todo municipales.
Aunque no se dieron mas detalles, decir “que San Antonio este quebrada y a punto de fundir” resulta un disparador de consecuencias que no pueden determinarse en lo inmediato.
Según trascendió de las reuniones que se desarrollan en Buenos Aires, una gran novedad sería el llamado a licitación del contrato de los servicios que presta Oleosur, lo que posibilitara que los trabajadores puedan mejorar sus condiciones laborales.