Durante la 15.ª Reunión Ordinaria, Celia Rañil, integrante del Consejo Educativo Autónomo de Pueblos Indígenas y referente de la comunidad mapuche Werken Wili Mapu, brindó un discurso contundente en defensa de los derechos de los niños y jóvenes, calificando lo sucedido en Cañadón Seco como un “genocidio cultural”.
En el marco de la 15.ª Reunión Ordinaria de la Honorable Cámara de Diputados, la referente de la comunidad mapuche Werken Wili Mapu se refirió a lo ocurrido con los niños y jóvenes de la comunidad Wichi en la Fundación Valdocco de Cañadón Seco.
“Este Consejo trabaja y promueve la educación intercultural bilingüe en todas las provincias de Argentina”, indicó y agregó que actualmente son 38 identidades indígenas las que han recuperado 18 idiomas a través del reconocimiento de la ley vigente 26.260.
“Nosotros tenemos hoy que hablar y expresarnos, y cuando digo ‘nosotros’ es porque pertenezco a una identidad colectiva que es el pueblo mapuche, y en este sentido tengo también la palabra de todos los pueblos indígenas de Argentina para que me exprese en este recinto con respecto a la vulneración de los derechos de niños y jóvenes”, expresó.
Haciendo referencia a ese espacio que los “reconoce como preexistentes”, este jueves se pronunció con firmeza preguntando: “¿Cuál es la reivindicación histórica que nos merecemos? Es el derecho a la interculturalidad, esa interculturalidad que tiene que estar en todos los escenarios de las organizaciones que tienen los estados: provincial, nacional y locales”.
Con estos fundamentos, señaló: “Tengo en la memoria justamente todo lo que hace a lo cultural legítimo de todos esos procesos en los cuales he sido parte y he avanzado junto a mis iguales”.
Rañil agregó que, “si bien hay leyes de derechos del niño, nosotros tenemos una Convención Internacional sobre los Derechos de los Niños a la protección y el cuidado, el resguardo en sus territorios”, por lo que “ningún niño puede ser sacado de su territorio”.
Sobre este punto, la referente mapuche criticó la situación de los niños y jóvenes en la Fundación Valdocco y rechazó su desarraigo. “La permanencia en los territorios, con nuestras familias, con nuestros abuelos, con nuestra esencia, con nuestra manera de vivir, con nuestra cultura y con nuestra espiritualidad”, señaló y agregó: “No pueden sacar a esos niños de sus territorios, como le ha ocurrido al pueblo Wichi. Si vuelven a sus comunidades ahora, no serán los mismos”, manifestó.
“Acá se ha cometido un genocidio cultural, lo manifiesto y quiero que lo tengan en cuenta porque ningún niño ni joven puede ser desarraigado de su lugar de donde ha nacido, permanecido y donde tiene vigente su cultura, su territorio, sus ciencias, sus saberes, sus abuelos, los ancianos, sus familias”, denunció.
Asimismo, criticó la falta de consulta previa, libre e informada en decisiones que afectan a las comunidades indígenas y señaló que estas omisiones perpetúan un proceso histórico de avasallamiento. “Hoy nosotros hemos resuelto eso desde 1994, quiero que les quede claro porque desde ese lugar a nosotros nos tienen que garantizar el derecho a nuestras propias pautas culturales”, señaló.
“Nuestra memoria sigue vigente en cada paso que damos, y esto también va a quedar en el recuerdo de nosotros, siempre y cuando respondan hacia los derechos que tienen estos jóvenes, estos niños y que realmente se haga justicia”, concluyó.