El Dr. Ernesto Zilberberg, psiquiatra formado con una especialidad en Harvard y radicado en Boston, visitó Caleta Olivia para el aniversario de la Clínica Cruz del Sur y reflexionó sobre los desafíos actuales de la salud mental.
En el marco del 45º aniversario de la Clínica Cruz del Sur, el Dr. Ernesto Zilberberg, psiquiatra caletense actualmente radicado en Boston, Estados Unidos, brindó una entrevista a Voces y Apuntes en la que compartió su experiencia profesional y una profunda reflexión sobre el estado actual de la salud mental.
“Vinimos para darle una sorpresa a papá y acompañarlo en el aniversario de la clínica”, contó Zilberberg, quien se crió “dentro de la clínica”, lo que marcó su vocación médica. Tras realizar sus estudios de medicina en Buenos Aires, viajó a Estados Unidos para especializarse en psiquiatría, logrando ingresar en hospitales de la prestigiosa Universidad de Harvard.
“Tuve la suerte de poder hacer una especialidad allá en psiquiatría. Estar en una zona con tantas universidades, hospitales de renombre y mucha actividad académica fue una experiencia muy linda”, expresó el profesional.
Actualmente trabaja en un Centro de Día en Boston, donde se atienden pacientes con depresión, ansiedad y otras problemáticas, sin necesidad de internación. “Es un espacio intermedio entre la internación y la consulta semanal con un psicólogo. La gente asiste como si fuera a una escuela o un trabajo, con terapias individuales, grupales y adquisición de herramientas para lidiar con el estrés”, explicó.
Zilberberg destacó que, si bien hay avances, los desafíos siguen siendo grandes:
“Hoy pasan varias cosas con la salud mental. Por un lado, se ha sacado un poco el estigma. Antes, hace diez o veinte años, te tildaban de loco por ir al psicólogo o al psiquiatra. Eso está cambiando y es muy bueno. Porque lo peor es callar o tapar los problemas por vergüenza, eso nunca ayuda”.
También advirtió sobre la creciente ansiedad entre jóvenes y adolescentes, y la necesidad de un enfoque integral: “Todo lo que es salud mental se debe trabajar de forma global, cambiando hábitos, incorporando nuevas prácticas, y en algunos casos, con medicación. Pero no todo se soluciona con una pastilla”.
Por último, fue claro al hablar de los consumos problemáticos:
“En la gran mayoría de los casos, empeoran los cuadros. Si alguien está deprimido y toma alcohol, lo más probable es que la depresión se agrave. A veces se quiere una solución rápida, pero eso no existe”.
La visita del Dr. Zilberberg no solo fue un regreso emotivo a sus raíces, sino también un llamado de atención sobre la importancia de abordar la salud mental con seriedad, empatía y compromiso comunitario.