En una entrevista, el presidente Javier Milei reflexionó sobre el reciente revés legislativo de la Ley Ómnibus y señaló que los líderes provinciales “no querían jugar limpio”.
En medio de los preparativos para una reunión destinada a limar asperezas y avanzar en una nueva Ley Ómnibus, el presidente Javier Milei reveló en una entrevista con Andrés Oppenheimer en CNN que considera su acercamiento inicial a los líderes regionales como un “gran error”.
“Cuando presentamos la Ley Bases agregamos el capítulo fiscal básicamente para ayudarlos a resolver un problema”, explicó Milei, haciendo referencia a la inflación y el déficit fiscal de las provincias. “Los gobernadores, en lugar de tomarlo como un gesto de buena voluntad, que es lo que era, lo tomaron como un signo de debilidad, y se pusieron a trabajar sobre el capítulo cuatro para destrozar las finanzas públicas y romper el resultado fiscal y mandarnos a una hiper. Para mí haber ido con tan buena fe, probablemente fue un gran error, porque evidentemente esta gente no quería jugar limpio“, enfatizó.
El presidente expresó su respaldo al nuevo proyecto de ley que enviaría en las próximas semanas a comisiones para su discusión, destacando el apoyo de algunos líderes provinciales que han mostrado un “cambio de actitud” hacia el Ejecutivo. Sin embargo, criticó la falta de avance en Diputados durante el primer intento: “El problema es que la casta no quiere dejar los privilegios“.
Además, abordó la controversia en torno a las mil reformas estructurales enviadas en los primeros 30 días de gobierno, señalando que un tercio se realizó vía DNU y dos tercios mediante la Ley Ómnibus. A pesar del rechazo en la Cámara de Senadores, Milei destacó que el DNU sigue vigente, aunque reconoció la posibilidad de un voto negativo en Diputados: “No está claro que el DNU no pueda resistir. Nosotros creemos que hay más chances de que resista a que no resista“, afirmó.
Balance optimista y desafíos futuros en la economía argentina
En otro segmento de la entrevista, el presidente Milei destacó los supuestos logros económicos de su gestión al frente del país. En un tono optimista, afirmó que su gobierno había logrado “evitar la temida hiperinflación”. Aseguró que los indicadores de inflación estaban en descenso y que pronto se ubicarían en un dígito, un punto que considera clave para estabilizar la economía nacional.
Sin embargo, Milei no se detuvo en los supuestos éxitos del pasado, sino que también reveló planes para llevar a cabo una serie de reformas en el sistema financiero, con el objetivo de continuar con la eliminación del Banco Central y avanzar hacia un sistema de competencia de monedas.
“Sobre este punto, quiero ser claro”, enfatizó el presidente. “En ningún momento hemos hablado de imponer la dolarización. Nuestro enfoque siempre ha sido promover la competencia de monedas. Si el dólar llegara a imponerse como la moneda preferida por los argentinos en esta competencia, entonces hablaríamos de dolarización. Pero la decisión final recae en la sociedad”, puntualizó.