Sergio Poklepovic, de la estancia “La Perseverancia”, relata el difícil panorama que dejó el temporal de nieve en Santa Cruz, que causó la muerte de más de 2.000 animales ovinos. La situación se agrava con la pérdida total de la lana, lo que representa un golpe devastador para la economía de la región.
En una entrevista con La Mañana en Patagonia, Sergio Poklepovic, propietario de la estancia “La Perseverancia” en Gobernador Gregores, detalló las duras consecuencias del temporal de nieve y el posterior deshielo que afectaron gravemente la provincia de Santa Cruz.
“Tuvimos la primera nevada a finales de abril, con entre 80 y 90 cm de nieve, y ya ahí se empezó a complicar”, explicó Poklepovic. Sin embargo, el panorama empeoró cuando una segunda nevada en junio se sumó a la primera, acumulando nieve durante cinco días consecutivos y acompañada de fuertes vientos que causaron estragos en la región. “Se complicó mucho”, agregó.
La situación se volvió aún más preocupante cuando Poklepovic, quien vive en Gobernador Gregores, perdió la comunicación con su estancia debido a que la nieve tapó todas las antenas de internet. “Fue preocupante la situación”, recordó. Comparó la reciente nevada con un evento similar en el año 2000, cuando su padre estaba a cargo de la estancia, señalando que en aquella ocasión también hubo grandes pérdidas.
A pesar de los esfuerzos por mitigar los daños, las pérdidas fueron significativas. “Las pérdidas van a ser mayores a 2.000 animales”, lamentó Poklepovic, destacando además que la lana muerta no tiene valor y no se puede recuperar. “La pérdida es total”, afirmó con desazón.
Poklepovic también mencionó otros desafíos a los que se enfrenta en su actividad diaria, como la presencia de depredadores naturales, abigeato y la falta de maquinaria para lidiar con emergencias. “Uno lucha contra muchas cosas”, expresó, subrayando la impotencia que siente ante la magnitud de la situación actual.
Esta tragedia representa un golpe devastador para la economía local, que depende en gran medida de la ganadería ovina y la producción de lana. Las pérdidas económicas aún no se han calculado en su totalidad, pero sin duda tendrán un impacto significativo en la región.