En las últimas horas, la entidad provincial en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, hizo efectiva una denuncia penal contra los dirigentes de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE), por el accionar violento que tuvieron durante la protesta del pasado jueves 29 de febrero.
En ese sentido, expresaron que durante la jornada, los sindicalistas bloquearon la calle, impidiendo el paso de vehículos y transeúntes, y posteriormente forzaron violentamente la entrada principal de la Casa de Santa Cruz. A pesar de la resistencia del guardia de seguridad lograron ingresar con gritos y forcejeos.
Una vez, adentro de la delegación provincial, los manifestantes se dirigieron al área de atención de niños, adultos y adultos mayores provenientes de la provincia con enfermedades graves, a quienes intimidaron con el ruido de bombos, trompetas y otros instrumentos. Esta situación obligó también, a algunos trabajadores de las oficinas a salir a la calle, alarmados por la violencia desplegada.
Posteriormente, los sindicalistas subieron al primer piso del edificio, donde los empleados, en su mayoría mujeres, se vieron obligados a encerrarse en las oficinas debido al temor causado por el ingreso violento del grupo. En ese lugar, los manifestantes violentaron una puerta cerrada para acceder a otro sector de oficinas, agrediendo a una de las trabajadoras en el proceso.
Después de generar estruendosos ruidos, gritos y amenazas intimidatorias frente a las mujeres que defendían sus puestos de trabajo, los referentes de ATE se retiraron a la planta baja para continuar con la protesta, donde se encontraban los afiliados enfermos.
Ante esta desagradable situación que tuvieron que enfrentar trabajadores y las personas que se encontraban en el lugar para ser asistidas o realizar algunos trámites, las autoridades de la Casa de Santa Cruz hacen un llamado a la reflexión ante esta actitud, solicitando el cese de formas violentas que perjudican a toda la población.