La Asociación de Docentes Pasivos de Caleta Olivia (ADOPCO) celebrará mañana su decimoséptimo aniversario, marcando un hito en su trayectoria de lucha y logros en beneficio de los docentes jubilados de la ciudad.

María Cristina Pereyra, actual Presidente de ADOPCO, recordó los inicios de la asociación en una entrevisgta con ‘La Mañana en Patagonia’: “ADOPCO surgió a partir de un estado de movilización, por un cambio de normativas de la jubilación. Teníamos un montón de cosas que ahora ya no las tenemos, pero se fueron dando una serie de situaciones, y entonces un grupo se autoconvoca para trabajar e intentar solucionar estos temas.”

La génesis de ADOPCO se remonta al año 2006, cuando un grupo de docentes jubilados se unió para abordar los desafíos que enfrentaban. “Luego se conforma una Comisión Provisoria en el año 2006 que tenía por función continuar con el trabajo de los autoconvocados”, señala Pereyra. Esta comisión sentó las bases para la formalización de la asociación, que se consolidaría al año siguiente.

“La idea era poder conformar una Asociación, con estatuto, organización y una sede”, explica Pereyra. Finalmente, el 28 de Marzo de 2007, en una Asamblea, ADOPCO fue fundada como una entidad destinada a realizar obras de interés general para todos los docentes pasivos. “Se hicieron todos los trámites para la personería jurídica, y el 2 de Septiembre del 2010 se consigue un terreno con una mejora después de muchas gestiones, para la construcción de nuestra sede, que hoy está ubicada en Tierra del Fuego 1122”, añade.

La perseverancia y el compromiso de sus miembros han sido fundamentales para el crecimiento y desarrollo de la asociación a lo largo de los años. Perla Sesto, una de las docentes fundadoras de ADOPCO, también destacó: “Pertenezco a ADOPCO desde el inicio, me sumé a todas las actividades. La Asociación ha crecido, a fuerza de sumar voluntades.”

Sesto enfatiza el carácter ejemplar del trabajo realizado por ADOPCO, señalando que muchos de los logros alcanzados fueron resultado del esfuerzo conjunto de sus miembros, sin depender de subvenciones especiales o del Gobierno. “Muchas cosas se proyectaron como un sueño y algunas se han cumplido, por el trabajo que se ha hecho, que es un ejemplo, porque se hizo sin subvenciones especiales o del Gobierno”, subraya.

Actualmente, ADOPCO cuenta con 90 asociados, un número que refleja el compromiso y la confianza de la comunidad docente jubilada en la labor de la asociación. María Cristina Pereyra concluye: “Todo lo que tenemos hoy es por el trabajo de la Asociación”.